Cómo reclamar al banco los gastos de hipoteca y si realmente merece la pena realizar este proceso. También abordaremos los diferentes tipos de gastos hipotecarios que puedes reclamar y cómo hacerlo de manera gratuita.
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¿Cómo reclamar al banco los gastos de hipoteca?
Gestionar los reclamos de los gastos de hipoteca es un derecho que muchos propietarios de viviendas desconocen, y es esencial saber cómo proceder.
En España, varios tribunales han determinado que ciertos gastos de constitución de hipotecas que fueron cargados a los clientes de manera indebida pueden ser reclamados. Estos gastos suelen incluir los de notaría, registro de la propiedad, gestoría, y en algunos casos, los de tasación.
El proceso de reclamación puede seguir estos pasos básicos:
- Revisión de la escritura de la hipoteca: Lo primero que debes hacer es revisar tu escritura de hipoteca para identificar qué gastos has pagado. Entre los más comunes se encuentran los de notaría, gestoría, registro de la propiedad y, en algunos casos, los de tasación.
- Reclamar directamente al banco: Una vez identificados los gastos, puedes iniciar el proceso de reclamación enviando una solicitud formal por escrito a tu banco. Este paso es crucial, ya que antes de acudir a un organismo externo, debes agotar la vía interna de reclamación con tu entidad bancaria.
- Presentar la documentación adecuada: Junto con la reclamación, es recomendable incluir todos los documentos que prueben que pagaste dichos gastos, como facturas de notaría, facturas del registro de la propiedad y comprobantes de pago. Cuanta más documentación presentes, más sólido será tu caso.
- Acudir al defensor del cliente o a una asociación de consumidores: Si el banco no responde en el plazo de dos meses, o si la respuesta no es favorable, puedes presentar tu reclamación ante organismos como el Banco de España o una asociación de consumidores que pueda actuar en tu representación.
- Procedimiento judicial: En caso de que no se llegue a un acuerdo con el banco, se puede optar por la vía judicial. Aunque en muchos casos el coste de los procesos judiciales puede ser elevado, hay opciones gratuitas o con costes reducidos a través de plataformas especializadas o abogados que cobran solo si ganan el caso.
Es importante resaltar que, gracias a las sentencias recientes del Tribunal Supremo y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), los consumidores tienen más posibilidades de éxito en estas reclamaciones.
¿Merece la pena reclamar gastos de hipoteca?
Muchos consumidores se preguntan si realmente merece la pena reclamar los gastos de hipoteca, y la respuesta depende de varios factores. A continuación, se detallan algunos puntos que te ayudarán a decidir si vale la pena proceder con la reclamación:
- Monto de los gastos reclamables: En la mayoría de los casos, los gastos asociados a la constitución de una hipoteca pueden sumar cantidades significativas. Por ejemplo, en una hipoteca media, los gastos de notaría, registro y gestoría pueden alcanzar hasta varios miles de euros. Reclamar estos gastos puede representar un ahorro considerable para el propietario de la vivienda.
- Facilidad del proceso: Si bien algunas personas creen que el proceso puede ser complicado o tedioso, lo cierto es que existen muchas plataformas y despachos de abogados que se encargan de gestionar las reclamaciones de manera gratuita o bajo un esquema de «pago por éxito». Esto significa que solo pagas si recuperas el dinero de los gastos de tu hipoteca, lo que elimina el riesgo económico para el consumidor.
- Jurisprudencia a favor de los consumidores: En los últimos años, tanto el Tribunal Supremo de España como el Tribunal de Justicia de la Unión Europea han emitido sentencias favorables a los consumidores, obligando a las entidades bancarias a devolver estos gastos indebidos. Por lo tanto, las posibilidades de ganar una reclamación de este tipo son altas, lo que lo convierte en un proceso ventajoso para quienes se animen a reclamar.
- Tiempo de espera: Dependiendo de la entidad bancaria y de la jurisdicción, el proceso de reclamación puede llevar varios meses. Sin embargo, dada la posibilidad de recuperar una cantidad importante de dinero, el tiempo invertido suele valer la pena.
En resumen, sí, merece la pena reclamar los gastos de hipoteca siempre y cuando hayas pagado estos gastos de manera indebida. Con las herramientas disponibles hoy en día, el proceso es cada vez más sencillo y accesible, lo que hace que sea una opción muy recomendable para cualquier propietario de vivienda.
¿Qué gastos hipotecarios puedo reclamar?
Si estás pensando en reclamar los gastos hipotecarios, es esencial conocer cuáles son los conceptos que puedes incluir en tu reclamación. Según la jurisprudencia y las normativas vigentes, los principales gastos que puedes reclamar son los siguientes:
- Gastos de notaría
Los gastos de notaría corresponden a los costes derivados de la formalización de la escritura de la hipoteca.
Estos gastos, según varias sentencias, deben ser compartidos entre el banco y el consumidor, ya que el contrato beneficia a ambas partes.
Dependiendo del importe de tu hipoteca, estos gastos pueden variar, pero suelen ser una parte considerable de los gastos totales.
- Gastos de gestoría
La gestoría se encargó de realizar los trámites necesarios para la constitución de la hipoteca, incluyendo la liquidación de impuestos, la inscripción en el registro de la propiedad, etc. Estos gastos, al igual que los de notaría, también pueden ser reclamados.
- Gastos de registro de la propiedad
Los gastos de inscripción de la hipoteca en el registro de la propiedad también deben ser compartidos entre el banco y el consumidor. Si tu banco te cobró este importe de manera unilateral, tienes derecho a reclamarlo.
- Gastos de tasación
Este es uno de los gastos que genera más debate. Mientras que algunos tribunales han determinado que el banco debe asumir parte de estos costes, otros sostienen que es el consumidor quien los debe pagar en su totalidad.
Sin embargo, es recomendable incluirlos en la reclamación, ya que en algunos casos el banco podría aceptar su devolución parcial o total.