Cualquier persona que salga a dar una vuelta por Málaga capital, podrá observar que hay muchas asesorías fiscales y laborales, y no pocos despachos de abogados. La ciudad ofrece, entre otras tantas, la ventaja de un amplio abanico de profesionales relacionados con el mundo jurídico y fiscal, que permiten el ciudadano elegir el asesor más adecuado a sus necesidades.
Cuando un profesional o empresario se asienta en la ciudad y no conoce a ningún abogado o economista, se encuentra con la necesidad de seleccionar uno cuanto antes para la gestión de muchos aspectos de su negocio. La legislación a cumplir es abundante y no está redactada para una fácil comprensión por parte de personas legas en la materia, lo que obliga en casi todos los casos a contar con los servicios de un profesional.
El éxito y continuidad de nuestro negocio, sin duda, dependen en buena medida de ello, porque las consecuencias del incumplimiento de las normas administrativas, fiscales o laborales, son graves y suelen conllevar cuantiosas sanciones económicas, cuando no el cierre del establecimiento.
¿Y qué puede hacer por nosotros un asesor fiscal-laboral? Bastantes cosas. Veámoslas a modo de resumen:
- Asesoramiento sobre la forma de tributación más conveniente para el negocio (directa, por módulos, bajo formas societarias, como autónomo…).
- Confección de contabilidad, aportando al asesor las facturas emitidas y pagadas.
- Presentación de modelos de Hacienda, tales como IVA, retenciones, IRPF, Impuesto de Sociedades, etc…
- Preparación de libros contables y facturas.
- Redacción y presentación de escritos ante organismos públicos.
- Asistencia a inspecciones de Hacienda.
- Liquidaciones de plusvalías.
- Gestión de nóminas y contratos de trabajo: asesoramiento jurídico en la materia, confección de nóminas, de finiquitos, contratos de trabajo, prórrogas, seguros sociales…
- Tramitación ante administraciones públicas: Seguridad Social, Autoridad Laboral, Fondo de Garantía Salarial, Oficinas de Empleo, Inspección de Trabajo, Tesorería General de la Seguridad Social, etc…
- Prevención de Riesgos Laborales: consistente en una comprobación general sobre el cumplimiento de la normativa.
A la hora de decantarse por una asesoría u otra, yo recomendaría comprobar siempre la titulación del asesor. Lo óptimo, es que sea un abogado especialista en derecho fiscal o un economista para temas fiscales, o un abogado laboralista, Graduado Social colegiado, para temas laborales, todos con experiencia y conocidos en la ciudad.
Si además, encuentras un bufete que cuente tanto con abogados, como economistas y Graduados Sociales, mucho mejor aún, porque podrán prestarte un servicio completo sin tener que moverte de la misma asesoría, y como además son materias que en muchos puntos están conectadas, el trabajo que harán será incluso más preciso.
Y no sólo puedes necesitar el asesoramiento jurídico o la gestión de trámites en estas materias, sino que bastantes veces, te hará falta la asistencia de un abogado en los Jugados de lo Social, de lo Contencioso-Administrativo, o en los Tribunales Económico Administrativos. Opino que todo profesional o empresario que quiera hacer las cosas correctamente, debe aliarse con este tipo de asesores y mantener una relación y comunicación continuas para que el negocio funcione con seguridad, tranquilidad y prosperidad.
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